Al convertirnos en adultos o en padres, tenemos la creencia que podemos hacer un mejor trabajo con nuestros hijos del que hicieron con nosotros. Pero realmente terminamos olvidando o bloqueando algunos recuerdos y emociones de nuestra adolescencia y al momento de comunicarse con un adolescente queremos hacerlo desde la perspectiva del adulto experimentado que tiene todas las respuestas.
La conversación no tiene que ser un proceso complicado, deberia fluir con normalidad y sin caer en discusiones o que alguna de las partes pierda la calma, y es por eso que te quiero compartir algunas recomendaciones para lograr que la comunicación se logre de forma efectiva.
Al hablar con un adolescente, es fundamental establecer un ambiente de confianza para que la conversación sea efectiva y significativa. Crear un espacio seguro y acogedor para conversar es esencial para que se sienta cómodo compartiendo sus pensamientos y sentimientos. Fomentar la apertura y practicar la escucha activa durante la comunicación son aspectos clave para construir esa confianza.
Procura siempre mostrar un interés genuino en lo que está diciendo y de prestar atención a sus palabras, en ese momento deja de lado el teléfono celular, apaga la TV o evita cualquier distracción que pueda afectar la charla.
Evita interrumpirlo y dale la oportunidad de expresarse completamente. Esto ayuda a que se sienta escuchado y valorado, lo que a su vez fortalece nuestra relación y facilita la comunicación abierta.
Obligar a tu hijo a sentarse a conversar de un tema que no quiere, en un momento poco adecuado o donde estarás hablando tú solo, es un pésimo y muy común error.
Si bien la conversación se debe dar, necesitas buscar el momento en que ambas partes esten abiertas al diálogo y cuando no se tengan sentimientos que puedan hacer cambiar el curso de las cosas.
La escucha activa es una habilidad fundamental al comunicarse con un adolescente. Practicar la escucha activa significa estar presente en el momento, prestando atención a lo que el adolescente está comunicando verbal y no verbalmente. Evitar juzgar sus palabras o acciones es igualmente importante para mantener una comunicación efectiva.
Al hablar con un adolescente, esfuérzate por mantener una mente abierta y evitar emitir juicios. Reconoce que sus experiencias, pensamientos y emociones son válidos, incluso si no estas de acuerdo con ellos. Esto ayuda a crear un ambiente de respeto mutuo y a fomentar la confianza en la relación.
La empatía y la comprensión son aspectos fundamentales de la comunicación efectiva con un adolescente. Mostrar empatía significa ponerse en el lugar del otro, tratando de comprender sus emociones y perspectivas. Demostrar comprensión durante la comunicación ayuda a fortalecer la conexión emocional y a construir una relación basada en el respeto mutuo.
Muestra empatía hacia sus experiencias y emociones. Reconoce que sus sentimientos son válidos y legítimos, y trata de validarlos en lugar de minimizarlos. Esto ayuda a que se sienta comprendido y apoyado, lo que a su vez facilita una comunicación abierta y honesta.
Por ninguna razón lo compares contigo. A veces cometemos el error de querer que hagan lo que queremos por creer que es lo mas correcto; o intentar que vivan la vida que queremos que lleven sin tomar en cuenta que tienen su propia forma de pensar y sus propios sueños.
Establecer límites claros es esencial al comunicarse con un adolescente. Los límites ayudan a mantener una comunicación respetuosa y efectiva, estableciendo expectativas claras sobre lo que es aceptable y lo que no lo es en la interacción. Comunicarse de manera clara y directa con un adolescente es crucial para establecer y hacer cumplir esos límites.
Al hablar con un adolescente, es necesario poner límites claros sobre lo que es apropiado en la comunicación. Explicar tus expectativas de manera sencilla y directa, asegurándote de que entienda las consecuencias de cruzar esos límites. Esto ayuda a mantener una relación saludable y a promover una comunicación abierta y respetuosa.
Si tu hijo o adolescente levanta la voz, usa un tono inadecuado o recurre a insultos y ofensas; no te iguales respondiendo de la misma manera, esto sólo detonará un conflicto que cerrara las oportunidades de comunicación.
Procura mantener la calma, usar un tono neutral y aclarar que tu intención no es cuestionar, si no escuchar.
Promover un diálogo abierto es clave para comunicarse con un adolescente. Fomentar la comunicación abierta significa crear un espacio donde el adolescente se sienta cómodo expresando sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones. Comunicarse de manera efectiva con un adolescente implica escuchar activamente, mostrar empatía y mantener una comunicación honesta y transparente.
Al hablar con un adolescente, una técnica muy útil es hacer preguntas acerca de algo que te comentado para demostrale tu interés en la conversación y profundizar en los detalles, pero debes tener cuidado que tus preguntas no se interpreten como desconfianza o cuestionamiento y mucho menos que se sienta como un interrogatorio.
Muchas veces los adolescente terminan contanto sus problemas a extraños o ventilando sus sentimientos en redes sociales. Es importante que sientan que tí pueden encontrar la validación de sus emociones o el consuelo que puedan necesitar en determinado momento.
Tambien puedo recomendarte buscar un tema de conversación al azar para iniciar la charla e incluso de cierta manera conocer a tu hijo, ya que muchas veces terminamos sorprendidos por su manera de pensar, aspiraciones o gustos.
Procura siempre que tus hijos te respeten genuinamente en lugar de tenerte miedo. El miedo hacia ti evitará que te busquen y confien en tí.
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